Las historias de Lemuria (Pareja Avatárica Parte l)

¿Cuál es el propósito de este escrito?

Desde luego ayudarte a recordar, a darle un sentido a tu añoranza intrínseca e inexplicable, a darle alas a tu ansia de caminar para comprender el futuro de cual somos parte. En definitiva: arraigar el sentido de la UNIDAD.

Este quien escribe tiene su “propia historia” enlazada por supuesto con el resto de la Creación. Antes de relatar el primer encuentro contaré algo de mi “propia historia”.

Sensitivo de naturaleza, de camino largo e intrincado, fui iniciado por chamanes amazónicos donde se me entregó el grado -según sus propias tradiciones- de “Meraya”, que es un grado de hombre medicina y que significa: “El que habla con los Espíritus”. Y así es: el Océano telepático de la Consciencia es inmenso y difícilmente insondable. Estamos en él inmersos aunque todavía nuestros teléfonos móviles orgánicos están un poco entumecidos debido al caos tecnológico de control mental de nuestras sociedades. Pero tiempo al tiempo.

Hablar con los espíritus es sencillo, cuando se tiene una mente abierta y descongestionada, además de un corazón lo más puro posible. Las comunicaciones con diversas dimensiones comenzaron hace mucho tiempo para mí, y crecen a medida que me voy purificando. Se puede hablar con los Seres Elementales de la Naturaleza, por supuesto con plantas y animales, rocas y cristales, con el cuerpo y sus propias células, con los seres extraterrestres, con el Sol y con la Tierra, con los Guías Espirituales. Hablar con Dios también es posible, aunque para ello se ha de pasar por un proceso de humildad y esfuerzo, debido justamente a su sencillez. Es decir, requiere hablarse sinceramente a uno mismo primero y después con los demás. Cuando la mente calla, se puede escuchar. Cuando la frecuencia sube se puede comunicar. Se quiera o no, siempre hay algo o alguien que te está escuchando.

El Universo es esencialmente comunicativo.

Mi primer encuentro que os relataré fue también una invitación. Nunca antes, al menos conscientemente, había entablado comunicación con Seres intraterrenos.

Y así comienza esta historia.

Mi compañera y yo nos encanta ir de vez en cuando a las maravillosas Montañas de Montserrat y sus Santuarios. Allí fue donde nos conocimos, y nuestra conexión con lo Divino y la Gracia es muy fácil para nosotros en ese lugar. Siempre nos sentimos muy bien y acogidos.

En aquel entonces Lilaji, mi mujer y compañera, fue la que me sugirió:

-¿Podrías comunicarte con los seres intraterrenos de Montserrat?

- Sí, podría. Contesté.

Para lograrlo tengo que tocar mi flauta.

Como sabréis se dice que bajo esas montañas hay una ciudad intraterrena de quinta dimensión. Yo lo sabía y para mí era una verdad.

En una ocasión realicé un viaje por aquellas montañas y tuve la certeza y la comprensión de que el llamado Grial era un tesoro espiritual de otra dimensión, y que además estaba guardado en esas montañas. Estaba custodiado por los seres que habitan esa ciudad intraterrena.

De esta ocasión de la que os hablo, nos detuvimos un momento en La Fuente de los Monjes a recoger agua y allí toqué mi flauta “cheroke peruana”. Mi melodía sonó para las aguas, las montañas y los seres, sabiendo que a través de todas las aguas subterráneas resonaría este llamado sonoro de agradecimiento.

- Ya saben que estamos aquí – Dijo Lilaji

Subimos al Santuario en un día frío y de muy poca afluencia. El Sol se colaba entre los macizos de las montañas y sus rasgos de invierno acrecentaban ese aspecto mágico y magnético que tiene ya de por sí Montserrat.

Entramos a la iglesia donde se encuentra La Moreneta y allí nos sentamos a meditar en silencio (sintiéndonos en tranquilidad con el Todo). Monserrat siempre nos ha entregado regalos inesperados los cuales nos colman de agradecimiento.

Allí sentado, comencé a sentir unas presencias delante de mí eran tres seres que provenían de una dimensión de radiancia muy pura y espiritual. Portaban elegantes vestidos, emanaban belleza, gracia y humildad. Los pude ver a través del tercer ojo, con la visión interior de la videncia invisible. Se percibían como femeninos y masculinos, dos hombres y una mujer.

En ese instante el ser femenino me entregó una copa, concretamente insertó una copa en mi cuerpo, en el medio de mi pecho abarcando desde la parte superior del abdomen (tercer chakra) hasta la garganta (quinto chakra). Era una copa de madera oscura y plata. Muy bella y a la vez muy sencilla.

Mi mente pensó por un instante: ¿será mi imaginación? No me importa, me dije. Ha sido muy hermoso. Al instante mi compañera me miró y yo le manifesté la necesidad de salir un momento.

–Aquí te espero-, me dijo en voz baja.

Y entonces me dirigí al exterior. Allí me reposé en el cruce de energías telúricas que se encuentra en el suelo con la forma geométrica de un rosetón, delante de la entrada principal de la iglesia.

Entonces me contactó una presencia, con la cual sostuve una conversación durante toda mi estancia en Montserrat. Tuvimos una agradable conversación basada en preguntas y respuestas, que voy a transcribir con el máximo grado de fidelidad.

Primero me habló de un lugar en las Montañas de Montserrat donde mi comunicación con ellos sería muy fácil, además que a través de ese portal tendría acceso libre a los archivos de su ciudad. Ese lugar lo podría encontrar fácilmente con un mapa y un péndulo, gracias a mis conocimientos de geobiología y radiestesia. Ese sitio me fue señalado como una lente dimensional, que es un gran vórtice, con la forma geométrica de un reloj de arena.

- Vale, dije. Gracias, ya lo encontraré.

Entonces comencé con mi serie de preguntas:

¿En vuestra ciudad sois hombres y mujeres?

- Sí - Me contestó.

¿Tenéis que resolver problemas en vuestra dimensión?

- No como los vuestros.

Os relataré lo que sigue de nuestro encuentro en síntesis para transmitiros el paquete vibracional informativo de esa conversación. Que se basó principalmente en mis inquietudes de aquel momento, cómo emanar paz y armonía en las relaciones entre hombres y mujeres, y por consecuencia en las Llamas Gemelas.

El Ser prosiguió:

Nosotros formamos parejas avatáricas y también algunos de entre nosotros tienen consortes. Nos amamos muchísimo entre todos nosotros y no tenemos problemas basados en la materia y en los apegos, como vosotros.

- ¿Y cuáles son vuestros problemas?, pregunté.

Nuestros por así decir “problemas” se relacionan con una cierta “nostalgia”.

Nuestras relaciones que tienen un grado de perfección más sublime son aquellas que las componen dos Seres Avatáricos. Así en estas relaciones los códigos sagrados de lo femenino-masculino encajan a la perfección. Entonces nuestra unión produce una manifestación también de la Divinidad de manera sublime.

Ese es el propósito final de nuestras uniones. Aunque no todos lo podemos conseguir, ya que muchas de las parejas avatáricas se han perdido a través del tiempo en diversas dimensiones. Estar en quinta dimensión, supone que todo es perfecto, aunque del todo no es así. Gozamos de una alegría y armonía sublime, más estamos también enfocados en resolver asuntos como este.

Para darte un ejemplo, hay seres que están encarnados en la Tierra como humanos y sus parejas avatáricas intraterrenas los observan con nostalgia ya que el encuentro aun no es posible dado a vuestra densidad y apego a la materia.

Nosotros somos muy pacientes…

Aquellos que no viven su unión avatárica tienen sus consortes con las cuáles conviven en armonía y felicidad.

- ¿Y hacéis el Amor?

Sí, de una manera muy diferente a vosotros. Nuestra Unión es primero energética y finalmente física. También unimos nuestros cuerpos más densos al final, primero nuestras energías han entrado en comunión con lo Divino. Es un proceso inverso que la gran mayoría de los seres terrestres, donde seguís vuestros impulsos físicos o psíquicos primero y tal vez después tengáis algún tipo de sublimación energética.

-¿Y tenéis hijos?

Sí tenemos hijos, aunque nuestra configuración es principalmente de naturaleza energética y sutil. Con la unión avatárica concebimos y preparamos la llegada de un nuevo ser, el cuál es fecundado por nuestra genética de luz y se desarrolla rápidamente en una burbuja o cápsula muy pura. El nuevo Ser recibe el Amor de sus progenitores y algunos miembros de la comunidad. Nuestros hijos sólo pueden nacer a través de las uniones avatáricas.

Nosotros hacemos el Amor con el propósito de concebir en determinadas conjunciones de planetas y el cosmos.

-¿Os alimentáis?

A veces nos alimentamos de la energía de algunas plantas del reino vegetal, aunque nosotros nos alimentamos directamente de la Energía.

Tenemos un proceso inverso a vosotros, ya que os alimentáis de materia densificada. Aun no habéis aprendido a alimentaros directamente de la Energía.

-¿Nos encontraremos alguna vez con vosotros en el mismo plano?

Todavía queda bastante tiempo para que ese encuentro se produzca.

Aun no le pregunté su nombre ni tampoco el nombre de su ciudad, aunque en dos ocasiones me recordó de buscar el lugar para poder acceder a su templo y los archivos.

El sitio del portal lo encontré rápidamente en un mapa de la montaña de Montserrat.

Autor: Rubén Pascual Cabré

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